El oro es, desde tiempos inmemorables, un activo refugio en situaciones de gravedad a nivel global. Por eso no debemos extrañarnos cuando ante crisis como la del Coronavirus o la del petróleo, los mercados cambian; es el mejor momento para usar nuestras joyas para sacar rentabilidad.
Hoy día 9 de marzo la rápida propagación del coronavirus en un número creciente de países de todo el mundo, y la alta tasa de contagio que se está dando dentro de nuestras fronteras ha vuelto a poner en jaque el crecimiento económico global y la total ausencia de una referencia válida con la que poder pedir el potencial impacto que tendrá esta nueva epidemia no hace más que acrecentar la incertidumbre y espolear la huida en estampida de los inversores hacia los activos considerados refugio, como es el caso de los metales preciosos, haciendo que el valor de estos aumente exponencialmente.
Asimismo, esta situación ha provocado la rápida intervención del banco central estadounidense. En una reacción no vista desde la caída de Lehman Brothers, la Reserva Federal (Fed) ha decidido recortar medio punto porcentual la horquilla de referencia de los tipos de interés.
Se espera que la máxima autoridad monetaria estadounidense siga recortando con ambición las tasas directoras en su próximo encuentro, los días 17 y 18 de marzo, por lo que la presión bajista sobre el dólar estadounidense se incrementa. Esto es importante porque los precios al contado de la mayoría de materias primas se negocian en dólares en los mercados internacionales, por lo que el importante giro a la baja emprendido por la divisa del Tío Sam en las últimas sesiones también está impulsando al alza a los metales.
En otras palabras; el precio del oro sube un 6% en la semana y rebota un más de 11% en lo que va de año.
Tan es así que el metal dorado ha marcado ayer un nuevo máximo tras siete años y medio tras acumular una subida semanal superior al 6%, que le permiten sobrepasar su último gran máximo relativo, marcado el pasado 24 de febrero.
Así que si tienes pensado vender tus joyas o piezas de oro, es el mejor momento para ello pues su valor está en máximos históricos y la rentabilidad que obtendrás será sustancialmente más alta de lo normal.
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