
La fundición de oro es un proceso relevante y de gran valor en la industria minera, joyera y de fabricación de los metales preciosos. Esto es debido a lo valioso que es y a todas las aplicaciones que tiene. Y aunque muchas personas sepan lo versátil que es el oro, pocos saben cuál es su proceso de fundición. Por este motivo, queremos contarle cómo se realiza este proceso y los diferentes pasos que sigue.
La fundición de oro
Es realmente importante saber que la fundición del oro es crucial para conocer su calidad. Por este motivo, los siguientes procesos están pensados para mantenerlo dentro de la excelencia y hacer que tenga las mejores condiciones posibles, logrando que así tenga un mayor impacto y valor.
Fundirlo
Cuando se extrae el oro, este no es completamente puro porque está mezclado o con otros metales o tiene trazas de otros materiales. Por este motivo, al fundirlo lo limpiamos y quitamos materiales que no deseamos que estén ahí. Al realizar la fundición de oro, separamos ese material y los minerales a una temperatura superior a 1064º C. Solo con esta temperatura se logra hacer este proceso.
Purificarlo tras la fundición de oro
Una vez está líquido, es mucho más fácil manejarlo, aunque esto no quiere decir que se separen por sí mismo las impurezas. Debemos recordar que el oro es un elemento químico, lo que significa que reacciona con otras soluciones o materias químicas para este tipo de procesos.
¿Qué significa eso? Que necesitamos utilizar soluciones de cianuro de potasio o de mercurio. De esta forma reaccionarán y harán que se formen gránulos o terrones de oro en su estado más puro. Así se separará el oro y se volverá sólido de nuevo.
Lingotes puros
El último paso tras la fundición de oro es volver a calentarlo con la misma temperatura y ponerlo en los moldes de los lingotes. Estos tienen una medida, tamaño y peso muy específicos, lo que hace que se puedan vender a diferentes comercios haciéndoles saber que son de calidad.
La aleación y los quilates
Para poder cubrir las diversas necesidades de la industria, se ha ido experimentando con el oro y se le ha manipulado para que tenga tanto distintos niveles de pureza como para que tenga distintas tonalidades. De esto surgen los quilates y las aleaciones.
Las aleaciones, en el contexto de la fundición de oro, significa que puede mezclarse con otros metales. Esto es para lograr tener tonalidades diversas, como el rosa y el blanco. ¿Y cómo se hace? Añadiéndole la plata y el cobre al oro, en diversas cantidades.
En cuanto a los quilates, dependiendo de la proporción en cuanto al peso del oro, tendrá unos quilates u otros. Los porcentajes siguen una ley de pureza. Lo más habitual es que estén entre los 24 quilates (99,9% de pureza) y los 14 quilates (58.5% de pureza).